Existe la falsa creencia de que la enseñanza es un sector que no está expuesto a riesgos laborales y que lo que sí tienen los profes es mucha suerte de disfrutar de tantas vacaciones.
Pues bien, esto no es cierto. Veremos que, como cualquier otra actividad, la enseñanza lleva consigo determinados riesgos generados por el propio entorno, por las labores ejercidas diariamente, por las condiciones individuales de cada maestro, etc.