Según datos de la Fundación Española del Corazón y del Consejo Español de Resucitación Cardioulmonar, en España ocurren alrededor de 30.000 muerte súbitas al año y cerca de 20.000 intentos de reanimación tras un paro cardiaco. El índice de supervivencia se sitúa en el 4%, mientras que en Estados Unidos y otros países europeos, gracias a la presencia masiva de desfibriladores semiautomáticos (DESA), el porcentaje se eleva hasta el 50%.