Parece que hay estadísticas fiables que indican que durante las vacaciones, y debido a la convivencia estrecha y continuada entre los miembros de la pareja, esté la misma formalizada o no mediante el matrimonio, es cuando hay más probabilidad de enfado e incluso de separación, llegando en algunos casos si hace falta al divorcio.
Pues bien, además de este conflicto, ahora ha aparecido otro con los hijos adolescentes debido al acceso a internet; la expresión ¡no sin mi wifi!, está actualmente en boca de muchos.