El Servicio de Prevención Ajeno es el más usado, en un 90,7% de casos
Entrevista en El Economista a Joaquín Revuelta Iglesias, Presidente de ASPREN.
Con motivo del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo el pasado 28 de abril, es vital recopilar las inquietudes del sector de los Servicios de Prevención Ajenos (SPA). Hablamos con Joaquín Revuelta, presidente de ASPREN, asociación patronal que aglutina a entidades segregadas de las Mutuas Colaboradoras con la Seguridad Social.
¿Cuáles son las principales aportaciones de los SPA a la sociedad?
Somos un sector poco conocido, que sin embargo cumple una función esencial en nuestra sociedad, que es cuidar de la seguridad y salud de las personas en su ámbito laboral, valor fundamental que rige nuestra forma de actuar, llevando a cabo todas las actividades preventivas necesarias que garanticen esa adecuada protección, y asesorando y asistiendo al empresario, a los trabajadores y a sus representantes. En este sentido destacaría la actividad sanitaria que llevamos a cabo los Servicios de Prevención Ajenos, tanto en la vigilancia de la salud individual, realizando exámenes de salud a los trabajadores, como en el ámbito colectivo, investigando y analizando las relaciones que pudiera haber entre la exposición a los riesgos laborales y los perjuicios a la salud, promoviendo en consecuencia medidas cuyo objetivo sea la mejora de las condiciones de seguridad y salud, e impulsando también programas de promoción de la salud en el lugar de trabajo, en coordinación con el Sistema Nacional de Salud. Para que se hagan una idea, los asociados de ASPREN, asociación patronal que aglutina a las entidades que en su momento se segregaron de las Mutuas Colaboradoras con la Seguridad Social, tuvimos en 2017 más de 7,5 millones de trabajadores protegidos y realizamos más de 3,6 millones de reconocimientos médicos, con la finalidad no solo de detectar las alteraciones en la salud producidas por un riesgo concreto en una fase precoz y anterior a que aparezca la enfermedad, sino también con el objetivo de detectar estados de salud que conviertan al trabajador en especialmente sensible al riesgo al que se va a exponer.
¿Cuál es la problemática actual de los SPA?
Precisamente para el desarrollo de esas actividades sanitarias que llevamos a cabo los SPA, la normativa nos exige el cumplimiento de una serie de ratios de aplicación a los profesionales sanitarios que a día de hoy resulta de muy difícil cumplimiento, en tanto no existen en España los suficientes Médicos Especialistas en Medicina del Trabajo y Profesionales Especialistas en Enfermería del Trabajo para cubrir a toda la población trabajadora. Esta situación se va a agravar especialmente en los próximos años, y salvo que las distintas Administraciones pongan solución a este problema, nos vamos a encontrar, con absoluta certeza, con que no se va a poder cumplir con el fin último, que no olvidemos, debe primar en toda política preventiva, que es la protección de la seguridad y salud de los trabajadores, más allá de cualesquiera otros intereses que pudiera haber en esta materia.
¿Cuáles son los mayores retos a los que se enfrenta el sector?
Creo que es un sector que ha mejorado de forma extraordinaria en los últimos años en sus estándares de calidad y profesionalidad, pero que está obligado a hacerlo todavía mucho más en el futuro, porque la sociedad se ha vuelto muy exigente en materia de prevención de riesgos laborales, como lo es también en materia de accidentes de tráfico, por ejemplo. Debemos seguir manteniendo e incrementando los criterios de calidad en la prestación del servicio que nos han caracterizado en los últimos años, debemos también dar respuesta a los problemas que día a día surgen en las empresas en materia preventiva, y tenemos que hacerlo de forma coordinada con el propio empresario y sus trabajadores, con el objeto de que la prevención de riesgos laborales se integre en el funcionamiento de las empresas y sea asumida como un elemento necesario en las mismas, más allá del cumplimiento meramente formal de las obligaciones preventivas. En definitiva, que forme parte de la cultura de empresa. Así, es significativo señalar que a día de hoy, el Servicio de Prevención Ajeno es la modalidad organizativa a la que más acude el empresario para llevar a cabo sus actividades preventivas, con un 90,7 por ciento, pero hay que destacar también que los trabajadores designados es la segunda fórmula más utilizada, con un 39,7 por ciento (en una pregunta de respuesta múltiple), lo que resulta especialmente sintomático y muy positivo, en el sentido de que cada vez más, los SPA nos estamos encontrando en las empresas con ese nexo de unión imprescindible, los trabajadores designados, entre la propia empresa y el SPA, cuestión que sin duda favorece y posibilita esa necesaria integración de la PRL a todos los niveles de la empresa.
Fuente: El Economista