Hay muchos mitos relacionados con correr. Mientras que hay personas que defienden que esta disciplina está sobre valorada, hay otros que son altamente partidarios de practicarla. Pero realmente pasa como con todo, siempre encontramos partidarios y detractores.

Para conocer la verdad, hace falta que observamos las conclusiones extraídas de los estudios científicos más recientes. Y, ciertamente, estos nos aseguran que las personas que corren con frecuencia tienen un 30% menos de riesgo de muerte prematura y un 45% menos de posibilidades de sufrir un ataque de corazón.

Así mismo, estos mismos estudios (realizados en los Estados Unidos) afirman que una persona que correr con regularidad puede llegar a tener una esperanza de vida de 3 años más que una persona sedentaria.

Frecuencia y precauciones

Ya hemos visto que correr es positivo por nuestra salud. Ahora bien, hace falta que tomemos algunas precauciones antes de empezar. Y en este sentido, el primero que tiene que hacer una persona que no está habituada a realizar esta actividad y quiere iniciarse es realizar una visita al médico para prevenir futuros sustos.

Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los adultos dediquen, como mínimo, 75 minutos a la semana a realizar actividad física de alta intensidad, es decir, a correr. Así mismo, tenemos que ser conscientes de que la intensidad tiene que ser progresiva y siempre teniendo en cuenta nuestra resistencia.

Por último, hay que recordar la importancia de estirar y de calentar antes de realizar cualquier actividad física de media o alta intensidad. Esto nos ayudará a evitar posibles lesiones y a mantener nuestra musculatura preparada por los nuevos retos.

Fuente: Prevint, Servicio de Prevención Ajeno asociado a ASPREN